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miércoles, 12 de marzo de 2014


Área Única: Privatización de la Sanidad disfrazada de Libre Elección.


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Área Única: Privatización de la sanidad disfrazada de libre elección

El Gobierno de Aragón avanza sin descanso en la privatización de la sanidad. El pasado 17 de diciembre Ricardo Oliván, Consejero de Sanidad, anunció el proyecto de implantar el denóminado sistema de Área Única en Aragón.
Las bonitas palabras con las que nos presentan este mecanismo de privatización ocultan una voluntad de deterioro de algunos centros públicos y la transformación del Sistema Público de Salud en un mercado sanitario en el que competiran centros públicos y privados, abriendo así la posibilidad de beneficio empresarial a costa de nuestra salud.
La medida propuesta pretende alterar de forma radical los principios de igualdad y de referencia geográfica de proximidad en los que se debe basar la atención sanitaria.

¿Qué significa Área Única y Libre Elección?


El proyecto del Gobierno de Aragón pretende reducir las actuales ocho Áreas Sanitarias del territorio aragonés a tres (Zaragoza, Huesca y Teruel). Al convertir a toda la provincia en una única área nos presentan como una ventaja la posibilidad de elegir médica, pediatra, enfermero y centro de especialidades en cualquier punto de la provincia.
Teniendo en cuenta que hace muchos años que tenemos la posibilidad de,cambiar de médico dentro de nuestra zona ¿por qué ahora esta medida? ¿Qué sentido tiene que los vecinos de la Jota elijan su médico en Valdespartera, o que los vecinos del Actur se puedan desplazar hasta el centro de especialidades de San José teniendo uno más próximo?
Esta apariencia de libre elección pretende imprimir dentro de los servicios sanitarios las características del mercado, donde unos clientes supuestamente bien informados eligen (demanda) qué servicio comprar (oferta). Siguiendo esta lógica de mercado, que los pacientes-clientes elijan implica que tiene que haber un producto diferenciado, o lo que es lo mismo, centros con mejores equipos que otros, centros con más y mejores médicos, etc...
La única forma de conseguir esa diferenciación de centros y servicios es mediante un presupuesto diferenciado que se otorgue en función de objetivos al igual que en empresas y entidades bancarias. Si atendemos a lo que está pasando en otras comunidades observamos que se están pagando incentivos a aquellos profesionales y centros de atención sanitaria que menos pacientes derivan a especialidades, los que menos ingresos hospitalarios realizan o a aquellos cuyos pacientes presentan menos enfermedades.

¿Qué consecuencias tendrá el Área Única?


La asignación de recursos no se realizará en función de las características y necesidades de la población de la zona. Cuantas más personas elijan un determinado centro, más presupuesto tendrá. Dentro de la lógica perversa del capitalismo rampante, el incentivo económico de la competición incentiva la mejora. O dicho de otra manera, los mejores deben recibir más, lo que supuestamente hará que los considerados “peores” se esfuercen por mejorar.
Pero si todo el mundo piensa que un determinado centro es el mejor, supuestamente todo el mundo elegirá ese centro ¿o no? ¿acaso ese centro “excelente” podrá atender a toda la población que antes atendía toda la red de centros? La respuesta, obviamente, es no.
Todo centro tiene una capacidad determinada y si la demanda supera dicha capacidad es el centro el que elegirá a los pacientes-clientes y no al revés.
Si los centros obtienen incentivos económicos por objetivos como “pacientes con menos días de ingreso hospitalario”, o “menor número de derivaciones a espcialidades”, cuando tengan que elegir entre la solicitud de un paciente de clase media-alta de 20 años y un paciente de clase trabajadora de 75 años ¿a quién elegirán?
Probablemente tampoco elegirán centros lejanos ( y de mayor calidad) aquellos pacientes que no dispongan de vehículo propio, los ancianos con movilidad reducida, o aquellos enfermos crónicos que requieran de visitas medicas con mucha regularidad. Además, los centros sanitarios situados en barrios periféricos, barrios rurales o zonas de menor poder adquisitivo serán elegidos por menos pacientes, por lo que obtendrán menos recursos, lo cual, a su vez, hará que sean menos atractivos para otros pacientes-clientes potenciales.
La escasa capacidad de pariticipación ciudadana del actual modelo, a través del sistema de consejos de salud, se verá aún más limitada. Con la implantación del Área Única, la población asignada, puede cambiar continuamente y estar alejada del Centro de Salud elegido.
Es importante destacar que el diseño territorial dividido en múltiples zonas permite llevar a cabo actividades de carácter preventivo y de promoción de la salud en los barrios. En el sistema de Área Única éstas actividades se verán reducidas, o eliminadas, debido a la eliminación del criterio geográfico en la asignación de pacientes. Adios a la atención de proximidad.

¿Por qué debemos combatir la implantación del Área Única?

El objetivo del Área Única es que los centros sanitarios compitan entre sí para que los pacientes, convertidos en clientes, los elijan. Ese marco de competencia viola el principio y la obligación de las instituciones de ofrecer un trato de igualdad a todas las personas.
Él Área Única, la Libre Elección y las Unidades de Gestión Clínica, pretenden crear, bajo la apariencia de la mejora de la eficiencia y de la calidad y la reducción del gasto, un sistema sanitario de primera y otro de segunda categoría. Estas medidas despejan el camino a aquellos enemigos de lo público, que bajo la premisa de la superioridad del sector privado, pretender transferir enormes cantidades de nuestro dinero a manos de empresas privadas.
Si permitimos que la atención sanitaria y nuestros derechos se conviertan en una mercancía capaz de generar beneficios para las empresas privadas, sólo aquellas personas con alto poder adquisitivo podrán acceder a la atención y a los tratamientos médicos que precisen. Las personas más vulnerables económicamente, nos convertiremos en carnaza de beneficencia, sin acceso a tratamientos costosos, ni a pruebas que permitan diagnosticar a tiempo enfermedades que podrían haberse curado. Ningún pobre, como nosotros, volverá a morir de muerte natural.

No al Área Única
No a la Ley 15/97
No al RDL 16/2012
No a la privatización de la sanidad

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